02 marzo 2014

La dimensión visceral.proximamenteSeminario en Palma con Jader Tolja

La dimensión visceral





"El hombre es una inteligencia que no ‘se sirve de’,
sino que ‘está al servicio de’ sus propios órganos"
Aldous Huxley)


¿Cómo cambiaría nuestra identidad, nuestro movimiento, nuestro modo de percibir y pensar, la relación con nosotros mismos, los otros y el entorno, si en lugar de estar en un nivel cortical, empezáramos a movernos (literal o metafóricamente) desde un nivel visceral?


La primera situación es una especie de condición pre-copernicana donde la tierra/mente está en el centro y el sol/mente gira a su alrededor, la segunda opción - a la que queremos acceder a través del curso - es una condición post-copernicana donde el cuerpo (sobretodo las vísceras) están en el centro, y la mente a su servicio.

Esta última es la condición natural en la que viven los animales y los niños, pero al llegar a la adolescencia pasamos a la condición cortical y la mayor parte de nosotros continuamos en ella por el resto de la vida. Pero quien lo desea puede incluso llegar a una tercera fase evolutiva, aquella en la que el sistema nervioso se pone al servicio del sistema visceral, no porque no hay otra opción, como en la infancia, si no como una elección consciente de prioridades.

Lo que fundamentalmente aporta la dimensión visceral, ya sea a través de un pequeño movimiento o toda una vida, es la profundidad, el gusto y la percepción de un significado interno y esencial. La carencia de esta cualidad en la propia existencia es lo que llamamos depresión. Y puede manifestarse a nivel psíquico con una falta de vitalidad y motivación o a nivel físico como una de las tantas enfermedades consideradas su equivalente somático. Si se piensa que la depresión y muchas otras enfermedades, desde el insomnio a las enfermedades degenerativas, están relacionadas con la falta de un neurotransmisor, la serotonina, que se produce casi totalmente en el interno de los plexos nerviosos viscerales, es sencillo comenzar a comprender los efectos de un trabajo sobre los órganos.

La anatomía experiencial es una aproximación directa a la anatomía que permite comprender el propio cuerpo a un nivel no solo intelectual. De esta forma se crea una continuidad entre la propia vivencia del cuerpo, los cambios de estado que cotidianamente experimenta y las consecuencias psíquicas que conlleva.

Los órganos están compuestos en gran parte por tejido conectivo. Por ejemplo, solo el 15/20 por ciento del hígado está constituido por células hepáticas. El 80/85 por ciento restante, según el médico e investigador ruso Alekseijev, está formado por tejido conectivo. Esto implica que la cualidades de un órgano como son la densidad, la consistencia, la movilidad, la hidratación siguen los mismos principios que el tejido conectivo del resto del cuerpo. De forma que, con experiencias específicas y atendiendo estas cualidades particulares, los órganos pueden ser percibidos con las misma facilidad que percibimos la piel o los músculos.
Jader Tolja 

 El modo más simple de empezar a liberar a un ser humano es empezar a liberar sus pies” (J: Tolja).
Nuestros pies y manos se componen de 26 huesos que se articulan entre ellos a través de 33 articulaciones. Cada dedo de los pies y las manos tiene juna serie de conexiones anatómicas que atraviesan todo el cuerpo y que  pueden percibirse con claridad. La reducción del movimiento, aunque sea de una sola articulación, modifica la postura y limita la movilidad del resto del cuerpo. Tal impedimento se traduce a todos los niveles, psicológico, emotivo e incluso de identidad.
Las condiciones subjetiva de seguridad, de confianza en uno mismo y de enraizamiento en la realidad, no nacen en la psique, son la emanación directa de nuestra condición de estabilidad física y de la relación de nuestro cuerpo con el terreno.
Llevar la percepción, la presencia y la respiración a las extremidades, conduce a una “reorganización” de las mismas. este proceso aporta, además de un sentido físico de pertenencia muy placentero, una mayor integración, fuerza y coordinación.
Pero sobre todo, al igual que cualquier cambio físico, conduce a una transformación del yo psíquico. La presencia física en los pies lleva a una sensación de seguridad y estabilidad, y en las manos y brazos produce en la persona una sensación de “poder” en el sentido literal del término; es decir, de capacidad de hacer, de poder cambiar el propio entorno.
Una característica común en las personas que han crecido en sociedades “maternas” es una especie de atrofia del esquema corporal, sobre todo, a nivel de las extremidades, que a pesar de estar presentes a nivel físico, parecen no estarlo a nivel psicológico.
Este rasgo se manifiesta en el carácter, como un potencial inexpresado de autonomía, de capacidad de transformar la realidad que nos rodea, de hacer, de actuar. Es decir, existe una carencia en la sensación de poder “manipular” el medio que nos rodea para salir de un estado de impotencia y de dependencia con respecto a todo aquel que está capacitado para hacerlo, o que nos hace creer que puede hacerlo.
En el transcurso del seminario se explorará el potencial anatómico y psicológico presente en pies, manos y brazos, percibiendo la totalidad de los diferentes tejidos (óseo, muscular, conectivo, etc.) y las distintas interrelaciones físicas y neurológicas con respecto al resto del cuerpo.
Programa
Sábado
· Vínculos fasciales y conectivales del pie con el resto del cuerpo
· Las líneas de fuerza intraoseas del pie y su recorrido en el interior del cuerpo
· Las líneas de fuerza músculoconectivales del pie y su recorrido dentro del cuerpo
· Respirar en el interior de los huesos del pie
Domingo
· Vínculos fasciales y conectivales de la mano con el resto del cuerpo
· Las líneas de fuerza intraoseas de la mano y su recorrido en el interior del cuerpo
· Las líneas de fuerza músculoconectivales del pie y su recorrido dentro del cuerpo
· Respirar en el interior de los huesos de la mano.
Facilitado por Jader Tolja
Médico, psicoterapeuta y formador de anatomía experiencial. El foco de su investigación es la comprensión de cómo el cuerpo, la mente y la cultura son, en realidad, expresiones unos de los otros. Empezó su trayectoria en este sentido en el 1979 en uno de los primeros departamentos de medicina psicosomática en Europa y, desde entonces, su interés se centra en el rol del tejido conectivo como factor de interrelación entre estos aspectos. Por esta razón comenzó a estudiar técnicas avanzadas de trabajo corporal y movimiento y dirigió distintos Másters de Anatomía Experiencial.
Ha enseñado sobre este tema, desde el año 84, en universidades públicas e institutos privados de Europa, Asia y Norte América. Actualmente es docente en la Universidad de Bratislava. Es autor y co-autor de varios libros sobre el tema, de los cuales Pensar con el cuerpo es el más conocido y traducido. En su web (www.bodythinking.com) se recoge el trabajo durante los últimos años.

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